-Hay una barrera entre lo percibido,lo sentido, y lo que realmente ocurre. Pero para derribaresa barrera, la atención es la mayor y mejor de nuestrasaliadas. Pararnos, interrumpir el continuo discurso mental,aprender a mirar, a ver, a sentir, a escuchar, a oler, asaborear, a abrazar, a amar... —dijo el ermitaño y continuó,sonriendo—: a lijar, a pulir, a pintar conscientemente,cuidadosamente. De esa forma, los espacios ocupadospor el inconsciente, bastante más caprichoso que la consciencia,dejan paso a un continuo estado de alerta relajadaque nos da una mayor profundidad y perspectiva delo que vivimos.
Escritor y filósofo práctico en el ámbito de la mente y la conciencia. Director y editor de la revista Dharma, experto en vida sana y salud del hábitat. http://www.rauldelrosa.org.
miércoles, 9 de marzo de 2011
viernes, 4 de marzo de 2011
De mi libro "Sé feliz, el poder de ser consciente"
Cada vez que construimos una imagen de nosotros mismos, comienza el camino para destruirla. Cuanto menos tardemos en hacerlo antes nos iremos encontrando con nuestra verdadera naturaleza, con el ser real que se esconde tras las limitaciones de un ego ilusorio.
jueves, 3 de marzo de 2011
Extraído de la película big fish
Citado en mi libro: "El ermitaño que veía películas de Hollywood"
Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que sólo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fui un iluso.
Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que sólo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fui un iluso.
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